Bueeeeeeeenos días, bombones!! Hoy es miércoles de Shaker Scraaaaaaaap!!! Y con esa energía que da el estar a mediados de semana, vengo con una entrada sobre algo IM-PRES-CIN-DI-BLE en scrap (al menos para mí, una auténtica adicta a las lentejuelas y las shakers): nuesra amiga, la fuseeeeeeee.
Sé que a muchas de vosotras se os dice la palabra FUSE y se os encoge el corazón, os entran escalofríos, sudores fríos y los siete males del infierno (bueno, a lo mejor no tanto y estoy exagerando, pero ojitos no le hacéis tampoco). Reconozco que la herramienta, a pesar de su simplicidad, tiene "su aquel" a la hora de utilizarla y que en ocasiones, parece más bien que abre el plástico en lugar de sellarlo; pero tenéis que reconocerme que se pueden hacer cosas precioooooooosas con ella y hay scraperas que se han convertido en verdaderas especialistas de la maquinita, como por ejemplo Nuria (@nuriasolete), a la que doy por hecho que conocéis todas y cada una de las que estáis leyendo esto, pero si no ¿a qué estáis esperando, almas mías? Correeeeeeeeed a ver su perfil de instagram o su blog True Colors, donde encontraréis verdaderas maravillas (con y sin fuse).Y si hacemos cosas tan bonitas con la fuse, ¿por qué hay gente que la odia con toda la fuerza de su corazoncito? Vamos a explicarlo.
La fuse (o dicho con nombre y apellidos, Photo Sleeve Fuse Tool de WRMK) es una herramienta que consigue unir fundas de plástico y crear diversos compartimentos usando el calor. Una de sus puntas, la que viene incluida al comprarla, es un cabezal que al rodar sobre el plástico hace un "efecto cosido", mediante el cual puedes cerrar un compartimento creado por ti. Esto tiene un sinfín de aplicaciones: fundas personalizadas para tu PL, pocket letters, elementos shakers para snail mail, tarjetas, minis, layout..., muuuuchas cosas y todas chulísimas (¿adivináis de dónde viene el nombre de mi blog?).
Lo más habitual es adquirirla en una pack que os incluye la herramienta, dos puntas, una regla y un soporte para apoyarla mientras no estás trabajando, aunque os reconozco que o mi soporte viene defectuoso, o yo soy la más torpe del mundo, porque yo no consigo que se quede apoyada en él. Como os digo, en el pack vienen también dos puntas: una con forma de engranaje dentado que sirve para sellar el plástico fundiéndolo con calor y otra con forma puntiaguda, con la que podremos cortar el plástico. Esta segunda punta es muy útil, aunque hay gente que no la usa mucho, para cuando queremos hacer un nuevo bolsillo en las fundas de pl: por un lado sellas y por el otro haces una abertura para introducir la foto.
Hay algunas cosillas que no vienen en el pack pero que son muy útiles: un neceser para guardarlo todo junto (cuando tires el envoltorio armatoste en el que viene y que es criminal, ¡no veáis como corta cuando lo abres!), una alargadera, si tu mesa de trabajo no está cerca de un enchufe, y un alicate pequeñito con el que podrás cambiar las puntas; puede parecer una tontería pero creedme, NO lo es: cuando estás trabajando y tienes que cambiar de punta, da muchísimo coraje esperar a que se enfríe para cambiarla y volver a esperar a que se caliente la nueva.
El problema es que, en ocasiones, después de terminar el trabajo no hemos fundido bien el plástico y ¡vengaaaaaaaa, purpurina y lentejuelas por todas partes, alegríaaaa! O, lo que todavía es peor, aprietas tanto y haces tantas pasadas, que el plástico se quema y queda un agujero feísimo. ATENCIÓN, SHAKER-TRUCO: sé que no voy a descubriros la fórmula de la coca cola, pero el truco está, como todo en la vida, en practicar mucho, no rendirse y aplicar la presión adecuada (eso no tiene que ver con la vida, pero sí con la fuse). Como da muchísimo coraje que se te abra la funda y se te desparrame todo, la gente tiende a apretar con todas su fuerzas y lo único que consigues con eso es que el engranaje dentado no ruede y bien se deslice por la funda sin sellar, bien se quede quieta y te queme la funda. Cuando vayáis a usarla, cogedla de manera que estéis cómodas (sentadas o de pie, pero siempre sobre un tapete preparado para no quemar la mesa) y deslizadla suavemente y a ritmo continuo, sin parar; si luego necesitáis repasar algo, dadle pequeños toquecitos en sitios concretos, o si necesitáis darle una pasada, hacedlo por la cara contraria.
La fuse tiene su propia regla, pero si os soy sincera, cuando he necesitado más longitud, he usado mi regla normal de scrap (obviamente no la escolar de plástico) y he trabajado sin problemas; pero si queréis alguna forma específica: corazones, estrellas, círculos..., podéis usar vuestros troqueles a modo de plantilla e ir silueteando la forma con vuestra fuse.
No solo podéis usar la fuse para charms, también podéis incluir elementos decorativos en vuestros minis, como bolsillos o portadas shakers (¿hay algo más bonito que una shaker?)
Como veis, la fuse es una herramienta muy versátil y con muchas posibilidades dentro del scrap. Así que ya sabéis, abrazad a vuestra fuse, besad a vuestra fuse, mimad a vuestra fuse y quererla mucho, mucho, mucho, porque con un poco de práctica, conseguiréis cosas geniales.
Antes de despedirme, os aviso que la semana que viene la entrada pasa de miércoles a jueves. ¿Por qué, Mila? Porque es fiesta en Andalucía, mi tierra, y voy a honrarla yéndome a un sitio sin mucha cobertura. Pero el jueves volveremos por aquí con una cosita muuuy chula: el estreno de mi Cameo (oeeeeeeeeeeeee, ya medio sé usarla). Un besote, bombones.